Sobre todo no te mientas, porque una lágrima es siempre húmeda y salada, aunque sea nómada. Sobre todo eres el cielo, azul y negro de tormentas eléctricas que asustan a los niños. Ante todo yo soy parte de esta escena muda de viento y sorda de sombras. Ante todo no consiento que me ignoren. Las manos, la luz, las calles que queman, las noches de fiesta, las tardes de abismo... Son mías, son nuestras, son únicas, imborrables conjugaciones del verbo existir. Sal y entra Salta y llora Baila y bebe Ama y sufre Hiere y ríe Nada y todo Grita, escapa, corre. Siempre más, más y más Vivimos en el agua mientras el resto del mundo está seco. Una copa en cada mano. De espaldas a la orilla el viento sopla oscuro y nos empuja hacia el reino de ballenas, allí donde la noche empieza a ser profunda y salvaje. Los extremos se tocan. No era imposible... sólo improbable. No hay tiempo que resista nuestra presencia. No hay tiempo que pueda contener esto. (Imagen: Anne Meuter)
0 Comentarios
Tu comentario se publicará después de su aprobación.
Deja una respuesta. |
Hola!Si os gusta leer y no tenéis tiempo, éste es un rincón fantástico para lecturas rápidas. A mí me encanta escribir, así que, ¡genial! Archivos
Agosto 2018
Categorías |