Volamos muy alto, miramos cómo pasa el mundo y nunca más queremos posarnos en la tierra. Brillamos en la oscura mañana como si fuéramos seres hechos de estrellas. Tú sabes cuál es mi debilidad y no me traicionarías, porque eres yo misma. Me llamas, nos vamos, sujetas mi corazón y sostienes mi increíble vulnerabilidad sólo con una mirada, una palabra absurda, una canción que nos recuerda más de lo que recordamos. y entre nosotros, galletas de chocolate, cervezas, vinilos, poesía, lágrimas y corazones destrozados por amores egoístas. Y abrazos de viento y tiempo. Y gotas de sol y perfume. Y cartas con dibujos extraños que me transportan a lugares redondos que se derraman. La música lo invade todo como si fuéramos eternos protagonistas de una película, jugando a vivir. No te rindas, porque volverán esas noches de danza por toda la ciudad, y las madrugadas limpias sentados al borde del abismo con los pies colgando. El caos perfecto es nuestra especialidad. De allí me rescataste con acordes mágicos que me enseñaron a asumir mi ingravidez. Bailamos borrachos bajo el foco de ese dios que envidia nuestro profundo sentido de la justicia. Y lloras de risa y luego me abrazas con la copa en la mano. Paseemos de nuevo nuestro amor de amigos por las calles recién regadas en esa ciudad que ambos conocemos. Y crucemos los dedos cada vez que pase un camión cisterna amarillo. Una penúltima vez, in memoriam. Son muchos años. Millones de instantes luchan por sobrevivir al polvo y otros tantos esperan impacientes que se abra el telón. No me olvides nunca, amig@
2 Comentarios
Nonazo
11/8/2016 12:23:16
Qué bonito, Monty!
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Hola!Si os gusta leer y no tenéis tiempo, éste es un rincón fantástico para lecturas rápidas. A mí me encanta escribir, así que, ¡genial! Archivos
Agosto 2018
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